La batalla by Arthur C. Brooks

La batalla by Arthur C. Brooks

autor:Arthur C. Brooks [Brooks, Arthur C.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2010-01-01T05:00:00+00:00


Capítulo 4

La defensa moral de la libre empresa

El descarado intento de imponer los valores del 30 por ciento a una nación del 70 por ciento ha desembocado en un fenómeno predecible: un contragolpe por parte de todos los ciudadanos de Estados Unidos.

El primer síntoma de rebelión contra la coalición del 30 por ciento se produjo durante la primavera de 2009, con las protestas del Taxed Enough Already (Tea Party).[1] En esas manifestaciones populares, cientos de miles de estadounidenses se unieron para hacer público su apoyo al sistema de la libre empresa —y su oposición a la explosión del gasto gubernamental, al inexplicable poder burocrático y al deseo del Estado de respaldar a las personas que habían incurrido en actos ilícitos relacionados con el mundo corporativo y en fraude hipotecario.

La mayor parte de los estadounidenses simpatizan con los protestantes del Tea Party. De acuerdo con una encuesta Rasmussen realizada menos de una semana después de las manifestaciones iniciales, más de la mitad de los estadounidenses tenían una opinión favorable respecto a las protestas, y de ellos, un tercio mostró una apreciación «muy favorable». Aproximadamente un año más tarde, en febrero de 2010, un sondeo de FOX News/Opinion Dynamics reveló que el 61 por ciento de las personas que conocen el movimiento del Tea Party tienen un concepto positivo sobre él. La encuesta también muestra que, entre aquellos que opinaron, algo más del 70 por ciento está de acuerdo con que el movimiento del Tea Party es «un grupo formal de gente que cree que el gobierno es demasiado grande y que los impuestos son demasiado altos; debería ser tomado en serio». El otro 30 por ciento lo considera «un grupo marginal de personas con ideas de extrema derecha acerca del gobierno que no debería ser tomado en serio». Y así, ¿contra qué bando cargan los medios de comunicación, contra el 70 por ciento de la mayoría o contra el 30 por ciento de la coalición? Lo ha adivinado: se retrata a los protestantes como a poco más que un elemento radical —campesinos desconfiados e ignorantes que se oponen de manera sistemática a casi cualquier cosa que puedan hacer los políticos de Washington.[2]

Para los medios de comunicación, los manifestantes simplemente eran demasiado cortos de luces como para comprender las cuestiones políticas que se estaban tratando. En una concentración en Chicago, una reportera de la CNN le preguntó a un hombre por qué estaba indignado. Pero justo en el momento en que el entrevistado comenzó a hablar sobre «el derecho de las personas a la libertad», la periodista lo cortó. No pudo disimular su desdén ante lo que consideraba la ignorancia de aquel hombre: «Señor, ¿qué tiene eso que ver con sus impuestos? ¿Se da cuenta de que usted cumple los requisitos para recibir un préstamo de cuatrocientos dólares?»[3]

Otro brote popular contra el estatalismo surgió a lo largo del verano de 2009 como reacción al «Obamacare» —el intento del presidente de ampliar significativamente el papel del gobierno en el sistema sanitario estadounidense—. Los



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